La Fisioterapia en las personas de edad debe facilitar la conservación o el mejoramiento de sus aptitudes funcionales, psicológicas y psicomotrices.
Se caracteriza por varios factores y principios que se deben respetar al aplicarla:
• Necesidad absoluta de un tratamiento precoz y muy a menudo preventivo; toda deficiencia motriz, de origen nervioso o articular, debe ser objeto de una urgente reeducación. La movilización y la reeducación activa y pasiva deben ser de rigor en presencia de un adulto mayor enfermo; si está sano la presencia de una actividad física constituirá la mejor higiene de vida.
• Adaptación a la psicología individual del adulto mayor y a su aumentada lentitud para asimilar los elementos de la reeducación.
• Utilización de un máximo de métodos activos y de un mínimo de accesorios, si no es de finalidad analgésica.
• Creación de un ambiente psicológico favorable y mucha paciencia por parte del terapeuta.
• Si es posible, ejercicios diarios (pero sin fatiga) y dar constantemente impulso a la actividad.
• Toda reeducación geriátrica debe efectuarse con mucha prudencia y en colaboración estrecha con todos los miembros del equipo geriátrico.
• Los objetivos han de ser, muy a menudo, modestos y una de las metas principales será la readquisición de una independencia real tan completa como sea posible, teniendo en cuenta las capacidades residuales del paciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario