FISIOTERAPIA
Embarazada sin molestias
Todos los cambios físicos de la embarazada le ocasionan dolores e incómodos malestares que pueden incluso dificultar la marcha o el descanso. Una especialista nos dice cómo evitarlos con la práctica de algunos ejercicios que benefician las áreas articulares, musculares y emocionales. Todo para llegar a un parto feliz.
Una mujer embarazada sufre una serie de cambios físicos, orgánicos y mentales. Durante nueve meses la futura madre pasará por momentos de alegría, miedo, dudas y un afán de búsqueda de información.
Embarazada sin molestias
Todos los cambios físicos de la embarazada le ocasionan dolores e incómodos malestares que pueden incluso dificultar la marcha o el descanso. Una especialista nos dice cómo evitarlos con la práctica de algunos ejercicios que benefician las áreas articulares, musculares y emocionales. Todo para llegar a un parto feliz.
Una mujer embarazada sufre una serie de cambios físicos, orgánicos y mentales. Durante nueve meses la futura madre pasará por momentos de alegría, miedo, dudas y un afán de búsqueda de información.
Los cambios corporales que ocurren a lo largo del embarazo modifican las dimensiones anatómicas y la disposición espacial de órganos. También la estructura esquelética, además del funcionamiento respiratorio, circulatorio y digestivo, como fenómenos más evidentes, entre otros más sutiles a nivel de piel, órganos sensoriales y estado anímico, señaló la Lic. Patricia Gutiérrez, fisioterapeuta.
Estas modificaciones se producen por acción hormonal y por acción mecánica. La práctica cotidiana de ejercicios apropiados la mantendrá ágil y con una buena actitud postural, incrementará la circulación y la capacidad respiratoria, fortalecerá y aumentará la elasticidad de la musculatura del suelo de la pelvis y mejorará la alineación articular.
Desde el punto de vista físico y síquico, la madre se sentiría más segura si a lo largo de esos nueve meses de embarazo realiza ejercicios fisioterapéuticos con una adecuada sensibilidad y responsabilidad. También es importante que la paciente esté en permanente comunicación con su médico tratante y con la fisioterapeuta, le informarán sobre sus nuevas adaptaciones fisiológicas.
El cuerpo de la mujer es el escenario donde ocurren todos los cambios y transformaciones que provoca el embarazo y al principio producen desconcierto: el cuerpo comienza a cambiar más rápido de lo que la embarazada puede registrar y puede sentirse rara o extraña con estas modificaciones.
LO FUNDAMENTAL
Es importante que la embarazada se mantenga sana, por eso es fundamental el trabajo corporal, moverse. Los ejercicios ayudarán a la embarazada a acompañar estos cambios y adaptarse a ellos.
Entre los beneficios de la fisioterapia para embarazadas se citan:
A nivel articular: articulaciones más blandas, evita el dolor de espalda y cuello, evita problemas de rodillas, mejora la apertura de la cadera, reubica la pelvis para que no moleste la cintura.
A nivel muscular: obtiene más tonicidad, evita el sobrepeso y los calambres.
A nivel circulatorio: la oxigenación que obtiene beneficia tanto a ella como al bebé y evita las várices.
A nivel emocional: está tranquila, controla el miedo y la ansiedad, maneja recursos que la ayudan durante el embarazo y parto. Mejora el sueño, está más preparada para el proceso normal. Otros beneficios adicionales dan cuenta que mejora la piel, el pelo, etc.
Una mujer entrenada es más activa y también reduce el esfuerzo y tiempo de parto, además de agilizar su recuperación física
Realizar ejercicios suaves y moderados, sin impacto, sin saltos.
* Efectuar estiramientos de los músculos y tendones para mejorar la flexibilidad en todo el cuerpo.
* Trabajar la respiración diafragmática que mejora la oxigenación.
* Mantener siempre una postura correcta, sobre todo cuidar la espalda.
* Realizar ejercicios de piernas para prevenir las várices, edemas o calambres y mejorar la circulación.
* Fortalecer los músculos que se verán más afectados durante el embarazo (abdominales, pelvis, espalda baja).
* No realizar abdominales más allá de 45º.
* Evitar movimientos muy complejos, que requieren mucho equilibrio.
* Realizar ejercicios de Kegel, es decir, contraer y relajar el músculo del suelo pélvico para incrementar su fuerza y resistencia.
* Al acostarse boca arriba mantenga siempre las rodillas flexionadas.
* Usar ropa cómoda.
* Propiciar la relajación corporal.
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